Ya habían conseguido que un sello discográfico importante reconociera su talento y les dieran la oportunidad de salir de ese círculo vicioso de bandas que nacían en un club y al año siguiente nadie los recordaba. Pero ahora venía la parte más dura: llegar a un público mucho más numeroso y exigente que el del Troubadour.
Una vez firmado el contrato con la discográfica, Geffen les asignó al neozelandés David Niven como manager.
Inmediatamente decidieron editar, bajo el absoluto permiso de Geffen Records, un EP de producción independiente y edición limitada, titulado "Live… Like@Suicide?!", que contenía cuatro temas en vivo en el Troubadour, y fue publicado por el sello UZI Suicide, de propiedad de Guns N´ Roses.
El éxito fue inesperado; en las primeras cuatro semanas vendieron más de 10.000 copias. Fue en ese instante cuando Geffen comprobó que había conseguido una mina de oro. Sin embargo, nadie en la productora estaba seguro de que fueran a lograr algo con ellos, dada la constante indisciplina de los músicos.
Estos jóvenes mantenían una vida con un consumo de alcohol y drogas que los ejecutivos de Geffen describían de suicida. Fue así que a Geffen se le ocurrió llamar a Mike Clink como ingeniero de sonido.
Clink, que en los años ochenta se había distinguido produciendo grupos como Heart, Survivor y Megadeth, tenía fama de ser un hombre de carácter, por lo que esperaban que pusiera a los muchachos en línea.
Era una labor más que difícil para Clink, pero él confiaba que si podía mantener al grupo sobrio por unas horas para la grabación del disco debut, esa placa vendería al menos medio millón de discos.
A pesar de la experiencia de Clink, las cosas no fueron fáciles. En el estudio mientras los músicos se golpeaban y escupían entre ellos, Clink les prohibió las drogas y trató de imponerles la disciplina que ninguno de ellos había tenido hasta el momento. Según él: “Eran unos mendigos con talento”.
Así fue que se pusieron en marcha para grabar el disco debut. Mientras tanto, Mike Clink les alquiló un departamento en Los Angeles, y luego comentó: “Al final de la grabación lo habían destruido completamente. Un día dejaron las llaves adentro y para entrar tiraron un tacho de basura por una ventana y después quisieron hacerlo pasar como que alguien los había robado. Para cuando finalmente los echaron del edificio, no había nada en buen estado. Parecía como si alguien hubiera estado remodelando y hubiera tumbado todas las paredes.”
No obstante, la falta de disciplina de los músicos fue pasada por alto por Clink cuando este escuchó “Sweet Child O’ Mine”, y al respecto comentó: “Esa canción hizo que se me pararan los pelos de punta”.
Una vez que el disco estuvo grabado, Mike Clink se lo hizo escuchar a Tom Zutant, jefe del proyecto en Geffen y le aseguró que iba a vender dos millones de copias, a lo que Zutant le respondió: “¡Estás loco!, ¡Va a vender cinco millones!”
"Guns N´ Roses es la banda más atacada de la historia. Tuvimos oposición desde todos los ángulos continuamente. La cosa se calmó cuando firmamos nuestro primer contrato y la gente comenzó a gustar de nuestro trabajo. Pero nuestros comienzos fueron duros junto a mucha gente que tomaba caminos diferentes tratando de cambiarnos. Y diciendo que Guns N´ Roses tal cosa o tal otra, no los dejen entrar aquí o allá, no le permitan hacer tal o cual cosa. Es duro y hasta veces injusto", comentaba Slash.
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