¿Cómo poder atrapar a Guns N´ Roses si en el mismo día podían ir de un concierto en Japón, a uno en Europa y luego pasar por Sudamérica?
Sí, finalmente la consagración total y absoluta de la banda llegó. No existía persona en el mundo que no conociera las palabras Guns N´ Roses, algunos con gusto y otros con disgusto, pero se hablaba de ellos en todas partes.
“Guns N´ Roses es un trabajo de 25 horas al día. Es lo único que me importa, no tengo otra vida. Supongo que vendí mi alma al rock and roll o algo así”, contaba Slash al respecto de lo agotador y posesivo que era ser parte de esta leyenda.
Llegaron así los conciertos que hicieron historia de la mano de la gira “Get in The Ring Motherfuckers Tour”.
Esta los llevó a recorrer cada rincón de Europa, América y Medio Oriente; los continentes rendidos ante la arrolladora potencia de la música gunner. Y a su paso arrasaban con todo y con todos.
Para estas giras monstruo la banda necesitó un staff de 80 personas, incluyendo seis carpinteros, doce proveedores, tres coordinadores y un equipo de filmación con ocho productores de video.
Por otro lado, el número de músicos en la banda también ascendió, ya que incorporaron coros y vientos.
Los nuevos músicos eran Ted Andrealis en teclados y armónica, en los coros Roberta Freeman, Diane Jones y Tracy Amos, y en instrumentos de viento Lisa Maxwell, Cece Worall y Anne King.
Slash viajaba llevando consigo 13 guitarras, y Duff con dos bajos. El equipo instrumental completo pesaba alrededor de 7 toneladas.
El imponente escenario pesaba aproximadamente 50 toneladas y medía 200 pies de ancho, 80 de profundidad y 79 de alto, y contaba con un par de rampas a sus lados por donde los músicos transitaban y corrían durante los conciertos, acercándose así a la gente que los miraba desde los costados del estadio.
Dado que el armado llevaba aproximadamente tres días de intensos trabajos, se utilizaban tres escenarios idénticos, que eran enviados a los países con una semana de anticipación. El transporte de todo el equipamiento se realizaba por medio de veinte camiones medianos, mientras que el impresionante PE (Personal Equipment) se trasladaba en ocho camiones.
También debieron comprar un avión que trasladara los equipos, bautizado por ellos como el MGM Grand.
En lo que se refiere a la iluminación, en cada show se necesitaban 25 mil watts de potencia.
Durante esta gira, que se inició en 1992 realizaron más de 130 conciertos, llegando así a casi 10 millones de personas en todo el mundo.
Por otro lado, los incidentes en diferentes puntos del globo, estuvieron a la orden del día, pero así también la felicidad de los jóvenes que podían vivir la experiencia única e inolvidable de presenciar un concierto de la banda.
En 1993 la gira pasó a llamarse “Skin & Bones Tour”, y los shows pasaron a durar más de dos horas, dentro de los cuales desarrollaban un excelente set acústico que sorprendía a los fans con un repertorio espectacular, para el cual ambientaban el escenario con un par de sillones que lo convertían en una ilusión de living casero. Era como una gran reunión de amigos, una magia que unía íntimamente al público con los músicos.
Esta gira, con la que volvieron a arrasar por todo el planeta, finalizó con los últimos dos shows realizados en el Estadio Monumental River Plate, de Buenos Aires, Argentina, los días 16 y 17 de julio de 1993.
En septiembre de 1993 lanzaron el disco “The Spaghetti Incident?”, que contenía covers de bandas como Sex Pistols, Misfits, UK Subs, entre otras.
Luego de finalizada la gira mundial, los integrantes de la banda se tomaron un tiempo para poder realizar sus proyectos solistas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario